LLAMADO A LA REFLEXION.-
Ante los acontecimientos suscitados en la ciudad de Bilwi, el día 04 de abril del año en curso, como mujer de paz y líder indígena, me uno a la condena de la violencia, el enfrentamiento con balas, palos y piedras entre hermanos de lucha: los que ayer compartieron riesgos por defender los derechos de los pueblos indígenas y de las comunidades étnicas de la Costa Atlántica de Nicaragua. Los luchadores por la libertad, por el respeto a las tierras comunales y a la identidad indígena y étnica.-
Expreso mi solidaridad con las madres, esposas y familiares de los heridos y con los propios afectados.
Una llamada durante la mañana del Viernes 04 de abril, bastó para dejarme incrédula, ante la narración de lo que ocurría, se me pintaba un escenario de gladiadores, promovido por los Jefes de los Partidos Políticos de Managua, así llamados nacionales: todos abanderando la democracia y la modalidad de elecciones , ahora sustitutos de los poderosos de antaño; luego las imágenes de sangre en los canales de televisión, donde destacaba el rostro sangrante del Secretario del Consejo Regional Autónomo Centuriano Knigth, y la visibilidad de otros indígenas conocidos como Felipe Michell, ambos excombatientes indígenas de la organización YATAMA.
No podría describir en toda su dimensión , mi perplejidad, al ver a los hermanos de una misma organización enfrentándose con tal violencia, bajo la bandera de las elecciones municipales, como símbolo de la democracia. Y un sisma social se retrata desde ese día en los medios de comunicación social del país. La olvidada realidad de los pueblos indígenas, cobra notoriedad por la divergencia de posiciones sobre las elecciones municipales 2008.
Desde dicha fecha cuatro de abril, venimos escuchando pronunciamientos políticos, condenas, invocación a la constitucionalidad y al Estado de Derecho, condición para una democracia verdadera. Reaparecen del clóset del olvido hermanos indígenas, denunciando sobre los supuestos móviles de suspensión, representando todos a fórmulas políticas nacionales u organismos no gubernamentales que se lamentan de la violación al derecho electoral del pueblo indígena de la RAAN.
Ahora yo pregunto a todos estos partidos políticos y organizaciones no gubernamentales(incluyendo de derechos humanos, excepto CENIDH), ¡donde permanecen el resto de días y de meses, previo a cada elección, no importa si es nacional o municipal, mientras las comunidades indígenas sobreviven el día a día, con sus carencias de siempre, y las violaciones a sus derechos elementales, como el de nombrar a sus autoridades comunales, o el de ser previamente consultadas por cualquier Alcaldía, o Consejo Regional Autónomo previa a cada aprobación de concesiones de explotación de recursos naturales sobre sus territorios, derecho que les es contínuamente violado por los munícipes y consejeros (o consejales regionales) de los distintos colores políticos que ostentan los personajes de la representación autonómica. Quien se solidariza con nuestras comunidades en las regiones autónomas tanto de la Costa Atlántica Sur, como Norte, cuando esto ocurre?.
Una segunda pregunta a los brillantes filósofos Doctores Serrano Caldera y Carlos Tunnerman. Cómo conciliar el núcleo constitucional de derechos autonómicos: 89, 90, 180, 181 Cn. y la obligación del Estado de Nicaragua de dar cumplimiento a la Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos(CIDH) del sistema de la OEA, que manda a los distintos poderes a quien corresponda: incluir los usos y costumbres de las comunidades indígenas y étnicas de la Costa Atlántica para la elección de sus representantes de gobierno local (léase municipal), además de otras medidas. Sentencia que debió ser cumplida por el Gobierno del ExPresidente Bolaños, y ahora por el Presidente Daniel Ortega Saavedra, con su visión de derecho? No escucho a ninguno de los Diputados, así “llamados padres de la patria” trabajando por una iniciativa al respecto, tarea que en primer lugar: es deber de los Diputados Indígenas que nos representan, y también del conjunto de la Asamblea Nacional como instancia legislativa .
En fin, vengo escuchando emotivos discursos, lamentaciones, invocaciones a la Constitución , al Estado de Derecho y a la Democracia, pero a todos los voceros de los partidos políticos de Managua (no nacionales desde mi óptica), se les olvida la conquista internacional que recientemente alcanzaron los pueblos indígenas del mundo en la ONU: la aprobación de la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas, el 13 de septiembre 2008, de la cual, el Estado de Nicaragua es promotor de esta aprobación. Entiendo que la Asamblea Nacional ratificó esta declaración en noviembre pasado, pero por la afirmación de los Diputados rojos, pretenden que sea letra muerta.
Mientras el Estado de Mexico ha empezado la aplicación de esta Declaración, aquí los Diputados, la ignoran y lo que es peor desconocen la Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en torno a la reforma a nuestra ley electoral y los derechos de los pueblos indígenas:
“Los pueblos indígenas tienen el derecho de determinar su propia identidad o pertenencia conforme sus costumbres y tradiciones…
Los pueblos indígenas tienen derecho a determinar las estructuras y a elegir la composición de sus instituciones de conformidad con sus propios procedimientos”
(arto. 33 Declaración ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas).
La referida Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, es un instrumento vinculante para los Estados afirman los expertos con visión holística, como lo hiciera recientemente en Bolivia el jurista e historiador español Don Bartolomé Clavero, catedrático de la Universidad de Sevilla, información que nos da el Grupo Internacional de Trabajo sobre Asuntos Indígenas (IWGIA).
Y aquí los Jefes de los Partidos Políticos de Managua, que no son nacionales desde mi punto de vista, porque como herederos de la colonia hasta nuestros días, conservan una visión sezgada del concepto de nación, de democracia y de Estado de Derecho, porque ahora tratando de sacar rédito político a su favor, casi se razgan sus vestiduras y claman por el derecho a elegir de los comunitarios de tres municipios de la RAAN. Sin entender que son ellos y solamente ellos, los partidos políticos, que desde 1990 iniciaron la división de la organización indígena indiscutiblemente representativa entonces “YATAMA”, sumada al error de su dirigencia de vincularse por intereses personales a uno u otro partido político de Managua. En fin dirá el lector, es un derecho que individualmente tienen los dirigentes de militar en cualquier partido político. Sí, pero colectivamente como es la característica indígena, no tienen derecho a destruir su identidad, ni a matarse entre sí mismos, mucho menos a santificar a los partidos políticos nacionales y su concepto excluyente de democracia, el que utilizan sólo cuando conviene a sus intereses, para disfrazar su conducta pasada, porque son esos mismos Diputados, que en sus momentos de poder, han violado los derechos elementales de los pueblos indígenas: a la tierra, a elegir y ser electo, a ser consultado en temas de su interés; como cuando engavetaron el proyecto de Ley de Demarcación y Titulación de las Tierras Comunales Indígenas de la Costa Atlántica, como cuando en el pacto del 2000 reformaron inconsultamente la Constitución Política, eliminando la suscripción popular, podría continuar enumerando, pero será objeto de otro artículo .
Ahora me permito volver a la coyuntura en Bilwi: miembros de YATAMA confrontados por su opción política, hasta caer en actos destructivos que sólo afectan al pueblo indígena, pues no veo ningún herido de Managua, ni encuentro a madre, hermana o familiar preocupado por la salud de su pariente, en consecuencia de dichos actos. Sólo veo a la organización histórica indígenaYATAMA, dividida, fragmentada. Veo al árbol autodestruyéndose, y la sabiduría antigua de nuestro pueblo indígena en una nebulosa .
Y sobre el tema álgido que confronta: Si se deben posponer o no las elecciones/ y quien nombre interinamente si el Consejo Supremo Electoral o la Asamblea Nacional, con fundamento a nuestro marco jurídico nacional e internacional, yo afirmo: más allá de los partidos políticos de Managua y Regionales, las comunidades indígenas de los municipios afectados, deben ser consultadas. Sólo entonces estaremos hablando de una verdadera democracia y legitimidad.
Pues no es sólo al poder ejecutivo nacional a quien le corresponde cumplir con las obligaciones impuestas por la Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, sino a la Asamblea Nacional en su ámbito.
En consecuencia hago un público y respetuoso llamado a todos los hermanos indígenas, ubicados en cualquier partido político de Managua a cesar la violencia y manifestar sus diferencias ideológicas en forma pacífica. A los religiosos costeños, de siempre buena voluntad: al Padre católico: French Naar, a los Reverendos Moravos y demás denominaciones del Consejo Ecuménico de Bilwi, a no inclinarse a favor de la posición de un partido político en particular, sino de aunar esfuerzos por la reconciliación de los hermanos indígenas de YATAMA ahora divididos y enfrentados de manera fratricida e irracional!
Llamo a los hermanos excombatientes de YATAMA a la reflexión y al espíritu de reconciliación. Recordemos que las elecciones son pasajeras, nuestras comunidades, nuestras familias habitan en su terruño. Evitemos el odio, los resentimientos y la violencia. Retomemos las lecciones del pasado.
Llamo a la Asamblea Nacional a promover una consulta apartidista sobre el tema de la posposición de las elecciones en los tres municipios de la RAAN.
Llamo a todos los hermanos costeños, a trabajar por el rescate de los valores que nos hacen diferentes al Pacífico Centro, y ricos en nuestra diversidad cultural. Invito a los distintos sectores de la nación nicaragüense a una solidaridad humana, racional y contextualizada en marco jurídico nacional e internacional, con énfasis en los derechos específicos de los pueblos indígenas.
Llamo a las comunidades de Prinzapolka, Waspam, y Bilwi, a no dejarse instrumentalizar por los intereses electoreros de los Partidos Políticos.
Al Gobierno Nacional, le invito a reflexionar sobre los interlocutores en el siempre complejo tema de las comunidades indígenas de la Costa Caribe: el principal interlocutor, no deben ser sólo las personas con cargos oficiales, sino los líderes comunitarios, verdaderos dueños de su destino.
Urge el diálogo y la consulta a las comunidades en forma despolitizada, tarea para la cual me apunto.
Con espiritu de paz y unidad.
Hazel Law
Managua, 09 de abril del año 2008
jueves, 17 de abril de 2008
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